Querido ángel de la guarda :
No sé como empezar esta la carta, no sé si ni si quiera existes, pero por algo tengo que empezar.
Gracias.
Sí, porque ha habido momentos en los que he estado perdida en un laberinto y nadie ha venido a ayudarme, pero de repente algo en mí cambió y tomó las riendas de mi vida y la fuerza suficiente para ser feliz.
No puedo decirte que hayas sido perfecto, o al menos eso creo, porque a veces te he necesitado, he necesitado esa ayuda y no la he visto, me he encontrado con el golpe de frente y ha salido doloroso, a veces demasiado, pero creo que esa es la mejor manera de aprender. Pero tampoco puedo olvidar todas las veces que me has ayudado, y has sido tan oportuno.
No sé si existes o simplemente eres una fantasía, un cuento de niños pequeños, una hermosa figura que aparece en Navidades, pero te puedo asegurar que si no eres un ángel tal y como se representan en todas las imágenes de ángeles, si eres una fuerza interior dentro de cada ser humano, una vocecita que nos dice cuando alejarnos de algo que al final a la larga nos saldrá mal.
Una luz que todos tenemos y podemos ser capaces de ver.
Gracias por todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario